miércoles, 15 de agosto de 2012

Iglesia de San Cristóbal de Borraxeiros - Agolada. Interior.

La iglesia de Borraxeiros, en el ayuntamiento pontevedrés de Agolada, de la que ya vimos en otra entrada su exterior, atesora en el interior una magnífica sepultura con orante del caballero de Santiago Antonio Salgado Gundín y Piñeiro.


Antonio Salgado era hijo de Tomé Salgado Gundín y Piñeiro, vecino de San Justo de Repostería, y de su mujer Inés Yáñez de Ventosa. Casó con su prima Susana Salgado Gondín, hija ilegítima de Juan Salgado Gondín y Piñeiro, sucesor en el vínculo del pazo de Borraxeiros. Ambos, Juan y Tomé Salgado, hermanos, eran hijos de Basco Gómez Piñeiro y de Susana Salgado, heredera del clérigo Antonio Salgado, fundador de los vínculos y mayorazgos de Podente y Borraxeiros.

Por este matrimonio Antonio Salgado fue señor de Borraxeiros y heredero también del vínculo que había fundado su padre. Siguió la carrera militar, ascendiendo puestos en la escala gracias a sus servicios en campaña. Fue cabo de las compañías del distrito de Chantada y sirvió en los estados de Flandes con una compañía de Infantería. De allí pasó al reino de Nápoles, donde levantó una compañía de Caballos corazas y, con ella, como Gobernador y Capitán, pasó a la ciudad de Altamura, participando en batallas, siendo una de ellas la de Gattinara, donde, según testimonios coetáneos con su compañía fue el primero que entró en dicha plaza.

Estos hechos de armas y su hidalguía influyeron decisivamente en la conceción del hábito de Caballero de Santiago en 1639. Otorgó testamento el 17 de mayo de 1644 y falleció el mismo año, según atestigua su sepultura en la iglesia parroquial.

La sepultura está situada en un lucillo ornamentado frontalmente mediante casetones, y el frontis tiene inscripción alusiva a su titular: ENTº DE DON ANTONIO SALGADO Mº AÑO DE 1644, dividida por una cruz-espada de Santiago.



La composición pretende reflejar la realidad, aunque parece existir una desproporción en partes del cuerpo, como son las piernas. La figura, con cabeza descubierta con cabellera ligeramente ondulada, enormes mostachos y corta perilla. Viste armadura cubierta por una esclavina que cubre la parte superior del peto y del espaldar. En el peto, la cruz-espada que denota su pertenencia a la Orden de Santiago. El resto de los elementos que conforman la coraza son tratados con gran detalle por el maestro que la realizó, viéndose perfectamente los codales o las escarcelas. Como particularidad, tiene los guantes bajo las rodillas, posiblemente en señal de penitencia.



El casco se encuentra delante de la estatua orante, posado sobre una posible tarja, o escudo propio de la caballería, donde también resposa la espada, típico ejemplo del siglo XVI, por su sencillez verdadera arma de batalla.




No hay comentarios:

Publicar un comentario